Januca

Januca

La fiesta de las luces

Suele coincidir en el calendario gregoriano con la Navidad, viene rondando las mismas fechas, semanas arriba, semanas abajo y por eso, erróneamente, muchos la consideran “Las Navidades judías” erróneamente. Lo recalco porque no tienen nada que ver.
En esta historia no hay paz, ni perdón, ni regalos. En nuestra historia hay guerra a muerte por defender el corazón de nuestro pueblo, hay desesperación por poder cumplir los preceptos, hay milagros revelados, hay victoria y sangre y duelo.
Es la supervivencia del pueblo en medio de la seducción de lo desconocido; la luz extendiéndose más allá de sus posibilidades físicas; es el milagro del calor en un invierno incipiente. El judaísmo mismo llameando para no ser extinguido.

¿Con qué Januca te quedas?

januca 2018

2018

Teníamos mucho tiempo libre en las semanas que precedían a la fiesta y con un niño de dos años y medio en casa eso se traduce en crear o sucumbir. Así que creamos. Itamar se hizo su propia janukiá, nada muy elaborado, de hecho tan sólo la pintó. Un juguete de madera pálida que venía diseñado para ser decorado, así que estuvo varios días entretenido con eso. Le hicimos también las velas, unas de cartón para que el pudiera ponerlas también todos los días a la vez que nosotros. Al principio pensé que no iba a colar lo de las velas sin fuego, pero pareció gustarle la idea de no tener que acercarse de más a eso que quema. Así que genial.
Éramos ya cuatro, pero sólo tres comensales. Preparamos el chocolate caliente de rigor y compramos sufganiot sin romper nuestra costumbre y nos pusimos las botas. Para variar. Qué ricos y qué cálidos se viven los días de Jánuca, qué rápido se diluyen en el resto del mes y qué sensación tan bonita nos dejan siempre.