Vacaciones

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No somos realmente una familia de vacacionar demasiado y la verdad es que no es por falta de gusto si no de posibilidades. En esto de construirnos en un país extraño partiendo de 0 hemos estados bastante ocupados saltando de trabajo en trabajo y estudiando para poder estar donde estamos ahora. Pero cuando hemos vacacionado hemos disfrutado a lo grande.

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Vacaciones Grecia

Grecia

Fue nuestra luna de miel tardía: dos años y unos meses después de habernos casado con lo que el viaje lo pillamos con ganas. Ganas de pasarlo bien, de desconectar y de disfrutar. Cuando nos pusimos a planear el viaje primero fantaseamos con todos los lugares de Grecia que queríamos visitar y el plan era ir día por día visitando como los locos y sin parar un segundo de más. No tuvimos que pensarlo demasiado: no era lo que queríamos. Así que decidimos centrarnos. Atenas. Ciudad con suficiente para ver y no aburrirse y nosotros sólo disponíamos de 5 días.
Alquilamos un Airbnb super acogedor, para nosotros solitos y con cocina que era lo más indispensable. No queríamos preocuparnos de estar comiendo fuera y veníamos dispuestos a arramplar con todo el pescadito fresco que en Israel no podemos encontrar y que tanto echamos de menos de nuestra tierra natal. Desde la terraza del apartamento podíamos disfrutar de la acrópolis, nos encantaron las vistas sobre todo las nocturnas. Procuramos que el sitio no estuviera demasiado lejos del centro cultural de la cuidad de modo que pudieramos desplazarnos a todas partes caminando, cosa que hicimos a excepción del último día que utilizamos el tranvía para irnos hasta el mar, para verlo aunque fuera, olerlo un poquito. Bañarnos no nos bañamos porque fuimos en octubre y aunque no pasamos frío como en España, no estaba tampoco la cosa para andar remojándose.
Básicamente nos pasamos el viaje en el "coche de San Fernando" y estábamos encantados con el callejeo diario. Conocer la ciudad así, a pie, y encontrar en ella todo tipo de rincones; unos de ensueño y otros no tanto. Nos sorprendió la cantidad de perros sosegados que había por las calles, sé que no es un dato demasiado común, pero nos sorprendió. Estaban tirados en mitad de cualquier parte, como si el bullicio de la ciudad no fuera con ellos, como si no hubiera en el mundo un lugar mejor para echarse la siesta que en mitad de la plaza. Pero podría decirse que la principal fauna de la ciudad (después de los humanos) son los gatos, donde quieras y como quieras, por todas partes. Y ellos mismos (los humanos) lo dejan retratado en los propios souvenirs.
Nuestro viaje por lo tanto consistió, a demás de las visitas obligadas a museos y monumentos, en pasear mucho y bien, comer rico, dormir al gusto, estar solamente los dos, relajarnos, descansar, disfrutar del sol y conocer una ciudad desde lo que la hace única, también con sus calles con olor a meados, con su silencio y también su bullicio.
Disfrutamos lo que no está en los escritos y nos volvimos dejando algo de nosotros allí porque estábamos un poco enamorados.