Vacaciones

Vacaciones
No somos realmente una familia de vacacionar demasiado y la verdad es que no es por falta de gusto si no de posibilidades. En esto de construirnos en un país extraño partiendo de 0 hemos estados bastante ocupados saltando de trabajo en trabajo y estudiando para poder estar donde estamos ahora. Pero cuando hemos vacacionado hemos disfrutado a lo grande.

¿Con qué momento te quedas?

Vacaciones España

España

Éste viaje fue uno muy deseado y a la vez un poco temido. Deseado porque los dos tenemos a nuestras familias allí y temido porque era nuestra primera vez con un bebé de viaje en un avión. No fue un viaje maravilloso, pero tampoco fue una pesadilla: nuestro hijo de 7 meses no lloró todo lo que puede llorar un bebé durante un vuelo, de hecho fue, dentro de lo que cabe, tranquilito.
Al llegar allí teníamos un itinerario bastante marcado: primero alquilaríamos un coche, el primer fin de semana en casa de unos amigos por tema logístico y también religioso; al día siguiente visitaríamos a mi familia en el centro-norte del país, hacíamos una noche allí que nos supo a poco y a nada y de ahí al otro lado del país, hacia el sur-este, a casa de mis suegros.
A la casa de los amigos volveríamos el último día de viaje, así que la despedida no resultó amarga, pero de casa de mis tíos nos marchamos con regusto a poco y yo chorreando lágrimas; con la certeza de que el tiempo no hace el olvido y los abrazos de un ser querido son puertos seguros a los que regresar.
Después de unas cuantas horas de coche en las que nuestro retoño se portó como un bendito llegamos a Albacete. Cansados pero contentos de reencontrarnos con la familia y tener tiempo de vacacionar. Lo que no sabíamos todavía es que con nosotros traíamos el frío, un frío de nieve y de no atreverse a pasear mucho menos con un bebé que ya venía el pobre enfermo de casa.
Así que nuestras vacaciones consistieron en compras de todo aquello que echábamos de menos, tiempo en el calor del hogar, amaneceres tardíos, comida casera deliciosa, paseos breves y visitas a la familia y televisión en español (que parece que no, pero también se echa de menos).
Quizás así contado podría parecer que no las disfrutamos y nada mas lejos de la realidad. Si bien no hicimos todo aquello que teníamos planeado, disfrutamos de tiempo en familia, de calma en unas vacaciones que iban siendo improvisadas y del regalo de la nieve que siempre deja ese toque de nostalgia cuando lo cubre todo con su manto blanco.